Bomba medioambiental elegida declaración del año 2023.

Los belgas francófonos han elegido «bomba medioambiental» como la declaración del año, una locución que designa el peligro ecológico que presentan los proyectos de energía fósil de enorme envergadura en curso o concertados, y que se ha impuesto en una votación a términos tan conocidos como, por ejemplo, «desmantelamiento», «PFAS» o «sologamia».

Con el 20,8% de los votos, la máxima «medio ambiente bomba» ha resultado ganadora entre diez competidoras en la habitual encuesta por Internet coordinada cada año por la radiotelevisión pública francesa RTBF y el diario Le Soir.

Compitió con términos como «ciclovía», «guía» (orden o guía a un razonamiento artificial para producir texto o imagen) o «skeu» (en lenguaje comercial, «muy guay» o impresionante).

Asimismo, se enfrentó a «decommemoration» (interacción de eliminar imágenes de un sistema editado), «PFAS» (abreviatura de supuestos «compuestos sintéticos duraderos» que comprometen el bienestar y el clima) o «soligamy» (individuo que pronuncia que la persona en cuestión está unida a sí misma).

«Bomba ambiental» toma el relevo de «vélotafer» («suburbanita en bicicleta»), término que alude a las personas que van en bicicleta al trabajo o que utilizan este medio de transporte para sus desplazamientos laborales, y que en 2022 aplastó «metaverso» o «hidrocapaz».

Frente a la sensatez preservacionista del término decidido a favor en la Bélgica francófona (Valonia y Bruselas), en la otra mitad de la nación de habla neerlandesa (Flandes y Bruselas) ganó un término de actualidad financiera.

La semana pasada, se asignó a «graaiflatie» la expresión del año 2023 en una votación coordinada por la referencia de palabras Van Dale y la cadena pública flamenca VRT.

El término alude a «la expansión impulsada por organizaciones que repercuten total o irrazonablemente los aumentos de costes en sustancias naturales, método de creación y trabajo a los compradores para mantener o incrementar sus beneficios».

«Graaiflatie» derrotó a «nepobaby» (que tiene algo de trabajo gracias a la superestrella de sus padres, que trabajan en un área similar) y sucedió a «klimaatklever» (climapegatina), un vencedor de 2022 que asigna a los activistas medioambientales que se embadurnan de pegamento y se unen a los show-stoppers como muestra de disidencia.